martes, 12 de septiembre de 2006

ALBADA





Ella robaba al tiempo calendarios.

Él desandaba los caminos.

Dormidos en los brazos

de una última palabra,

navegaban de un mar a la deriva,


sin tabla de promesa a la que asirse.

La noche era de espuma entre sus dedos

y el cielo amenazaba en alborada.

Amaneció deprisa y sin aviso.

Se izó en el cielo el desamparo

y una luz nueva

rompió sus sueños para siempre.



Ella llenó de versos su maleta.

Él se dejó en el suelo la esperanza.




© Esther Garboni, 2005. En "Piedra del Molino", Primavera 2006.


















lunes, 11 de septiembre de 2006

SOLEDAD




© Esther Garboni, 2006
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